Porque te engañan con sus sonrisas de fábula, sus chistes facilones y sus arrumacos de todo a cien, pero cuando hablas con ellos fuera de horario lectivo son seres malaostia, solitarios, y trasformistas. Y cuando llegan los exámenes ya sabéis... ¡zas...!
miércoles, 7 de noviembre de 2007
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